Activación completa de construcción y manufactura

Las industrias están preparadas para la reapertura, pero muchas enfrentan problemas de ausentismo entre empleados.

Aunque una importante parte de la reactivación económica se suponía que entrara en funciones hoy, lunes, la realidad es que la mayoría de las empresas de manufactura y compañías de construcción lograron permanecer abiertos u operar paulatinamente antes de lo provisto en medio de la pandemia del coronavirus.

La mayor diferencia es que ahora han tenido que cumplir con ciertos requisitos impuestos por el gobierno, como la entrega de planes para evitar el contagio del COVID-19 y autocertificarse ante Puerto Rico OSHA (Administración de Seguridad y Salud Ocupacional), del Departamento del Trabajo.

Ni el gobierno ni las propias organizaciones relacionadas a estos importantes campos de la economía pudieron precisar cuán significativo fue el sector que logró permanecer con alguna actividad durante las pasadas semanas, donde rigieron órdenes ejecutivas que limitaron los trabajos para evitar el contagio con el coronavirus.

Sin embargo, un sondeo realizado por Primera Hora encontró que mediante excepciones y cartas circulares muchos empresarios continuaron sus operaciones, aunque en ocasiones con menor volumen de producción.

Hasta el momento, el mayor reto de estos sectores es el ausentismo. No se prevé que ahora, cuando se sumen más compañías a la actividad económica, este panorama cambie.

Ante este marco, Rafael Rojo, un líder en la industria de la construcción que hace dos semanas logró retomar sus proyectos para crear la urbanización Riviera, entre Bayamón y Guaynabo, explicó que “lo que va a pasar el lunes es que se abre el sector completo”.

Explicó que “ya varias actividades de la industria estaban abiertas hace dos semanas mediante carta circular” y autorización del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC).

Para la empresa de Rojo, VRM Company, hoy representará reabrir por completo todas las operaciones que realizaba la empresa, incluyendo más obras de construcción. El enfoque será trabajar a todo vapor para lograr entregar las primeras 16 casas de la urbanización Riviera a finales de mes.

Umberto Donato, presidente del DDD Group y del Capítulo de Puerto Rico de la Asociación de Contratistas Generales de América, no fue de los que comenzó a operar antes de lo previsto.

Se le cuestionó si cree injusto que algunos pudiesen retornar a funciones y otros no, pero señaló que en lo personal determinó no someter su pedido al DDEC, porque entendió que no figuraba entre las excepciones incluidas. En su mayoría, dijo, se trataban de proyectos de infraestructura ligados a carreteras, así como servicios de agua y energía.

 

Lo importante, a su juicio, es que ya la industria de la construcción puede comenzar a operar en su totalidad.

Estábamos inmensamente ansiosos, porque nosotros como industria estábamos preocupados que el remedio fuera peor que la enfermedad. Que causara daño irreparable para empresas pequeñas y medianas, porque en la medida que se siga extendiendo la falta de trabajo y órdenes de permanecer cerrado, aumenta la tensión económica e incentiva que más personas busquen alternativa fuera de la Isla”, puntualizó Donato, al recordar que en Estados Unidos la construcción se mantuvo activa en 47 de los 50 estados.

“Personas que tenían oportunidad, pudieron haberse marchado. Nosotros no queremos eso, queremos que las personas aquí puedan seguir teniendo ingresos y no perdamos población”, agregó.

Marcados por el ausentimo

Lo proyectado en el campo de la construcción es que entre 30,000 a 44,000 empleados se reintegren paulatinamente a un mercado que deja $890 millones o el 2% del Producto Nacional Bruto de la Isla.

Se prevé que se moverían en la economía unos $3,000 millones en proyectos programados, tanto con capital federal, del gobierno y privado.

Uno de los miembros del task force económico, el desarrollador Emilio Colón Zavala, aclaró que no es que de inmediato se haga sentir todo este impacto a la economía. Señaló que la reintegración de los trabajadores y de las empresas será gradual.

Sin embargo, los constructores entrevistados mencionaban como una preocupación el ausentismo. Donato subrayó que la proyección es que sea de un 30%.

Lógicamente, hay una presión bien grande por el incentivo del desempleo. Es una fuerza indirecta. Es un reto que tenemos como industria que esas personas regresen a la fuerza laboral”, detalló el contratista, al exponer que en algunos casos recibir $790 del desempleo representa más dinero que el que ganaría el trabajador si retoma sus funciones.

Más allá, la industria afirma estar preparada con sus protocolos para insertarse en la economía. De hecho, tanto la Asociación de Contratistas Generales como la Asociación de Constructores de Puerto Rico fijó unas guías y las distribuyó a su matrícula. En esencia, se recomiendan mantener la higiene, el distanciamiento físico y las mascarillas, así como la toma de temperatura a los trabajadores.

Alfredo Martínez-Álvarez, Jr., presidente de los constructores, estableció que los rigurosos preparativos que han tenido es porque reconocen que el éxito que tenga esta industria y de la manufactura permitirá reabrir nuevos comercios. Pero, sobre todo, porque “ahora mismo el área de construcción es la que más rápido se levanta, es la que más rápido empieza a mover la economía por el suplido que mueve”.

Las pruebas de coronavirus, entretanto, “no son mandatorias y la mayoría de la gente ha optado por no hacerla”, reconoció Colón Zavala, cuya empresa se llama ECZ Group.

El contratista Rojo, sin embargo, comentó que sometió a todos sus empleados a las pruebas moleculares a través del laboratorio Toledo. De inmediato no reveló el costo. Pero, aludió a que “nada que sea darles paz mental y educación a nuestros empleados, eso para mí no es un costo”. Además, señaló que cuando el patrono muestra sensibilidad hacia sus empleados, “ellos van a dar el doble”.

Lista la manufactura

La manufactura, entretanto, logró que gran parte de su actividad se mantuviera en operación cuando se tratasen de productos ligados al campo de la salud -como las farmacéuticas-, los alimentos, la seguridad nacional o indispensables para sobrellevar esta emergencia causada por el novel virus.

Pero ahora que se reintegrarán otras fábricas, se espera que active el 46% del Producto Nacional Bruto, así como que regresen a trabajar un promedio de 74,000 personas de manera directa.

Primera Hora se intentó comunicar desde la semana pasada con varios fabricantes de ventanas, puertas y tormenteras, importantes ante la cercanía de la temporada de huracanes, pero declinaron entrevistas por alegar que estaban muy ocupados tramitando todo lo necesario para entrar en funciones hoy.

Algunas fábricas de bloques, aunque no tenían una autorización expresa, revelaron que hace semana y media retornaron a la fabricación por los pedidos que han recibido ante la reactivación de la construcción y otros, simplemente, señalaron que nunca detuvieron su empresa.

Waldemar Acevedo, de Quesos La Esperanza de Isabela, sostuvo que nunca cesó de operar, pero disminuyó los días de trabajo a tres semanales, pues tuvieron una merma de compra de restaurantes y otros comercios ligados a la industria de alimentos.

Estamos dejando de vender 3,500 libras de queso semanales”, reveló.

Indicó que su empresa no ha tenido problemas con los protocolos, pues son regulados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés). Entre los requisitos que siempre deben cumplir está el uso de mascarilla, guantes, redecillas y zapatos especiales, así como esterilización constante de todas las zonas de trabajo.

En su caso, Damaris Rivera, de la Fábrica de Mattress JFR de Bayamón, señaló que se quedó ella sola, “a lo Cuca Gómez: ‘Yo lo fabrico, yo lo uso y yo lo recomiendo”, haciendo mattress.

Indicó que ya está auto certificada, pero hoy continuaría sola porque sus empleados tienen más de 55 años y forman parte del grupo de alto riesgo de contagio de coronavirus.

Yo llevo 25 años en esto y no estoy para exponer a nadie, ni exponerme a mí”, afirmó.

La empresaria dijo que ahora en que puede arrancar operaciones por completo busca empleados más jóvenes que sepan operar máquinas de coser industrial.

En general, el sector de la manufactura está “confiando en que vamos a poder cumplir con los requisitos (para evitar los contagios de coronavirus). La manufactura siempre ha sido una industria bien regulada. El poder establecer estos protocolos adicionales no debe ser mayor dificultad”, informó el presidente de la Asociación de Industriales, Carlos M. Rodríguez.

A modo de ejemplo, mencionó que algunos patronos han determinado eliminar el ponche con el dedo, separado las líneas de producción con barreras plásticas, establecido nuevos turnos de trabajo para que haya menos personal, así como establecido las guías de protección personal recomendadas.

No obstante, el presidente de los industriales reclamó del gobierno que se mejore en la respuesta al coronavirus para que esta reactivación de la economía también tenga una respuesta favorable.

El gobierno tiene que hacer un mejor trabajo de ‘contact tracing’ (rastreo) y estadísticas para poder aislar esos sitios que se pueden convertir en ‘hotspot’. Dependemos de que el gobierno mejore en esas áreas y que aumente la cantidad de pruebas”, subrayó.

Rodríguez reconoció que muchas empresas desean hacerles las pruebas a sus empleados, pero se han enfrentado con el problema de la disponibilidad.

“Todos estamos dispuesto a cooperar para un fin común y si eso es haciendo pruebas a todo el mundo, con mucho gusto lo haremos, pero tiene que haber disponibilidad y tiene que haber la disponibilidad del rastreo. Si usted sabe con quién estuvo en contacto, puede ser más preventivo aislando. La parte de rastreo es esencial para que esto (la reactivación de la economía), funcione”, denunció.